Cuando se pierde la conexión con uno mismo... se convierte el cuerpo en la marioneta muerta que sólo los hilos artificiales tratan de aparentar que aún se mueve.
Pero es un cuerpo fofo, lacio, el saco de patatas pesado que hay que desplazar... y no tardan en aparecer los gorgojos y parásitos. Inundan con podredumbre y terror los restos orgánicos de ese cadáver sufriente, esa llaga con apariencia de ser humano
Mientras, el cuerpo mortuorio se desplaza como una pesada babosa por un jardín infinito de peligros.
Mientras, el cuerpo mortuorio se desplaza como una pesada babosa por un jardín infinito de peligros.
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